
jueves, 3 de enero de 2013
Esta semana sin verte, me parecieron años. Tanto te quise besar, que me duelen los labios. Mira que el miedo nos hizo cometer estupideces. Nos dejo solos y ciegos tantas veces. Y un día después de la tormenta, cuando menos piensas sale el sol. De tanto sumar, pierdes la cuenta, porque uno y uno no siempre son dos. Cuando menos piensas sale el sol. Te llore hasta el extremo de lo que era posible, cuando creía que era invencible, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante, y lo mejor siempre espera adelante.
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